Seminario Internacional las Nuevas Universidades a Fines del Siglo XX

Dr. Cayetano De Lella – Relatoría General

© 1996 Dr. Cayetano De Lella

Borrador

En la presente relatoría se plantea una visión sintética del Seminario Internacional Las Nuevas Universidades a fines del siglo XX, organizado por la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) y la Universidad Carlos III, de Madrid, España, y llevado a cabo desde el miércoles 26 hasta el viernes 28 de junio de 1996, en el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús, en la Ciudad de San Miguel, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Fue coordinado por el Dr. Aldo Ameigeiras (Secretario General de la UNGS) y contó con la participación de destacadas personalidades académicas de España, México, Santo Domingo, Chile, Brasil y Uruguay, así como con la de dieciocho Rectores y otras autoridades académicas de Universidades públicas y privadas, el Secretario y Subsecretario de Políticas Universitarias y la Ministra de Cultura y Educación de la República Argentina.

Se presenta a continuación una lectura posible del discurso producido, al modo de una bitácora de viaje, que sirva a la vez como memoria y punto de partida de acciones futuras .

Miércoles 26 de Junio: Los Nuevos Temas

Inauguración

En el acto inaugural hizo uso de la palabra, en primer término, el R.P. Dr. Jorge Seibod, S.J., Decano de la Facultad de Filosofía de la Institución Sede. En su calidad de anfitrión, dio la bienvenida a todos los participantes e hizo votos para el éxito de la reunión, a la que consideró un desafío.

A continuación, el Dr. Roberto Domecq, Rector de la Universidad Nacional de General Sarmiento, como convocante y organizador del evento, agradeció a las instituciones y personas que hicieron posible la realización del Seminario, en especial a la Secretaría de Políticas Universitarias y al área que dirige el Ing. Raúl Mura, al Colegio Máximo -el cual está ligado a una serie de hechos fundacionales de la Universidad- y, finalmente, al personal de la propia Universidad.

Expresó el significado de la convocatoria, enfatizando en la urgencia de que la Universidad explore y responda a la naturaleza del nuevo sistema de necesidades derivado de la transición, desplegando nuevos temas, nuevas carreras y nuevos métodos.

La necesidad de realizar este encuentro se basa en la sensación compartida de que la Universidad va atrás de los acontecimientos y tiende a refugiarse en el pasado, porque se halla entre un presente que se transforma vertiginosamente y que se presenta como insoslayable y un futuro imprevisible signado por la incertidumbre.

Agregó que temas como la globalización, los procesos de integración, el futuro de estado-nación, las mutaciones tecnológicas, el manejo de la información y las comunicaciones, el medio ambiente, la sustentabilidad del crecimiento, los derechos del ciudadano, deben instalarse como problemáticas en la Universidad y constituirse en un medio a través del cual la misma pueda reencontrarse con la sociedad y consigo misma. Asimismo, estos temas pueden convertirse en vía de cooperación interuniversitaria. Por otra parte, la búsqueda de una sociedad abierta, flexible, tolerante, democrática, equitativa, está en la base del humanismo que dio origen a la Universidad y a la sociedad contemporánea. Esa sociedad es hoy una tarea de creación colectiva que requiere de todos y se hace con todos. Solicitó que ése fuera el espíritu del presente foro.

Finalmente, expresó que la idea de reunir a las nuevas universidades de España, Brasil, Chile y Argentina con las viejas universidades del país, de Santo Domingo y México, apuntaba al intercambio de experiencias, que requiere inteligencia, tolerancia, generosidad y creatividad.

A continuación, el Dr. Orlando Aguirre (Secretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación) expresó que las universidades argentinas se hallan en estado de reflexión a través de reuniones de sus Rectores, Decanos y autoridades del Poder Ejecutivo Nacional. Se discute sobre las transformaciones y cambios que se deben dar en las universidades tradicionales para adaptarlas a los nuevos desafíos, preservando el espíritu de la Reforma. Actualmente, base del sistema universitario es la nueva Ley de Educación Superior. Afirmó que la calidad y la eficiencia son los valores de la Secretaría de Políticas Universitarias, que ha puesto en marcha una serie de programas; uno de ellos, el FOMEC proveyó 917 becas a profesores argentinos, equipó bibliotecas y facilitó distintos elementos de infraestructura. Posee un fondo de 278 millones de pesos, de los cuales 86 millones fueron ya ejecutados. También se refirió sintéticamente al Programa de incentivos para la investigación, al equipamiento para reforma académica, a la evaluación y acreditación de posgrados, al sistema de información universitaria y a los fondos para becas y créditos a universidades.

1ra. Exposición:

La primera sesión de trabajo de la mañana versó sobre “Nuevos temas a que se enfrentan las Universidades en estos tiempos” y fue moderada, al igual que la sesión siguiente, por el Dr. Cayetano De Lella. El expositor principal fue el Dr. Ángel Llamas Cascón (Vice-rector de la Universidad Carlos III, de Madrid, España. Institución co-convocante del presente Seminario) y los comentarios estuvieron a cargo del Lic. Antonio R. Lapolla (Rector de la Universidad Nacional de Luján) y del Ing. Luis Miguel Villar (Rector de la Universidad Nacional de Quilmes).

El Dr. Llamas Cascón señaló que es necesario un acuerdo sobre la misión de la universidad, que el ponente entiende que es ofrecer a las comunidades a las que servimos, un proyecto para canalizar “la cultura, sistema vital de las ideas de cada tiempo” (Ortega y Gasset). Y esto supone que cada universidad parta de su mundo local particular para desde allí participar en un diálogo universal.

La experiencia particular de la universidad española está marcada por ciertos rasgos: Primero, la masificación, con diversos factores asociados: baja tasa de rendimiento y alargamiento de la duración media de los estudios, demanda social para que la universidad satisfaga aspiraciones que otras alternativas sociales llenan. A esto la universidad responde pero redirecciona los aspirantes a las carreras con disponibilidad, y además con una tendencia a carreras largas, con consiguientes altos índices de deserción. Segundo, el divorcio universidad/mercado de trabajo. Una respuesta a esto son las Oficinas de Transferencia de resultados de la Investigación (OTRI), entre otras iniciativas. Tercero, múltiples fiscalizaciones: de las Comunidades Autónomas, de quienes dependen, del control provenientes de los fondos europeos, de los mismos estudiantes que responden a encuestas sobre la competencia de los profesores, y una amplia variedad de otros controles sobre el rendimiento, la dedicación, el cumplimiento de planes, etc. a más de los intentos de evaluar la calidad misma de la educación. La revisión de los planes de estudios está al orden del día, incluyendo aspectos tales como la pesada carga lectiva, duración de las carreras, obsolescencia de estructuras administrativas, altas tasas de fracaso. Cuarto, la cuestión del financiamiento y las múltiples vías de obtención de recursos de terceros da también su impronta a la universidad actual, sometida a un régimen de competencia de dudosos resultados. Pero está claro que el financiamiento quedará cada vez más ligado a la evaluación de la calidad de cada universidad.

Ante la necesidad del cambio, los nuevos perfiles son casi ficciones de la naturaleza imaginada de los nuevos rectores, pues la inercia de lo viejo es muy grande. En particular, en materia de gestión, cuatro son los puntos fundamentales a desarrollar: planificación, liderazgo, organización y control, a lo que se agrega la evaluación institucional. Todo esto es complicado, porque las capacidades de los analistas con que sin duda cuenta la universidad no pueden aplicarse sin dificultad de su propio ámbito. Quinto: la cooperación internacional debería pasar de un estilo bilateral poco operativo. Por otro lado, la mediación de los diversos estados introduce prioridades que no necesariamente coinciden con las de la universidad.

En suma, de lo que se trata es de reorganizar el tejido de la universidad para que pueda asegurar un aprendizaje ágil en las nuevas relaciones, con flexibilidad ante las transformaciones del medio externo.

El comentarista Lic. Antonio F. Lapolla señaló que estamos en época en que los presupuestos en que basaba la universidad su papel como centro de inteligencia que orientaba a la sociedad en época de crisis, están en crisis: la universidad misma está en crisis. A la vez coincidió con el ponente en la referencia a Ortega y Gasset sobre el mandato de la universidad. Pero ese mandato supone que la universidad atienda a todos los sectores y no sólo al poder político y económico.

Asimismo destacó que había muchas analogías entre el caso argentino y el español en cuanto al proceso experimentado (masificación, etc.) y los problemas actuales. Que hay que superar la tendencia del sistema de universidades a homogeneizar al nivel más bajo y hacer más de lo mismo. Esto se dificulta en el marco de la crisis económica y la multiplicación de demandas a la universidad desde los más diversos sectores. Pero además se agregan las restricciones propias de la institución universitaria misma. Por otro lado, no sería correcto pretender encarar los problemas académicos con una lógica empresarial. Coincidió también en que la imaginación de los nuevos rectores chocaba con las inercias y los intereses en pugna ante cada decisión para enfrentar los desafíos del momento. Estas rigideces de la universidad constituyen un verdadero currículo oculto que se transmite a los estudiantes. Coincidió también con el ponente en las ventajas que tendría una acción conjunta de diversas universidades.

El Ing. Julio Villar coincidió en el diagnóstico acerca del feudalismo universitario y la necesidad de aprovechar la oportunidad de cambio que abren las universidades nuevas y el hecho de que las viejas deben enfrentar lo que ya se reconoce como un colapso del sistema. Recordó que la cultura no se desarrolla sólo en la universidad, y que otras instituciones existentes o inesperadas son productoras y orientadoras de la cultura. Vio como una paradoja el que los mismos investigadores no puedan investigar su propia institución.

En cuanto al liderazgo, comparó con los casos de Sarmiento y Avellaneda, “promovidos” de la Presidencia a posiciones en educación, una jerarquía que hoy ya no se mantiene. Coincidió asimismo en las ventajas de la cooperación interinstitucional e internacional. Igualmente con la lucha contra la vieja cultura universitaria , y dio el ejemplo de que aún habiendo logrado que un 75% de la planta de la Universidad de Quilmes fuera con dedicación completa, las pautas de dedicación al trabajo no se adaptaban a las nuevas condiciones.

Del diálogo con los asistentes surgió que no hay un tema central, sino un conjunto muy vasto de problemas, un verdadero sistema problemático y que aunque haya acuerdo en que deben producirse cambios de calidad, en los compromisos con la sociedad, etc., una dificultad es que al momento de repensar la universidad cada grupo piensa que otros son los que deben reformarse.

2da. Exposición:

En la segunda parte de la mañana, el Dr. Jorge Balán (Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación) pronunció una conferencia sobre “Innovaciones institucionales y cambios en los sistemas de Educación Superior”.

El tema abordado fue el de los cambios en los sistemas y su incidencia sobre la capacidad de las instituciones universitarias para introducir innovaciones.

Señaló al respecto, que debe valorarse un grado de conservadurismo de las universidades, sin el cual no podría haber proyectos duraderos, y que sobre esa base la innovación debía sugerir los perfiles propios que cada institución querría darse en una cierta competencia con los demás. Sobre la base de un proyecto institucional debería darse tiempo para ponerla a prueba y luego evaluarla. La diferenciación entre universidades se da a partir de un sistema que en realidad no lo era en sentido fuerte, si no más bien de un conjunto de instituciones con escasa interdependencia. El proceso de cambio se denota por la iniciativa de nuevas normativas desde el Estado para establecer diferencias entre sectores, poniendo mayores restricciones a la vez que permitiendo una mayor autonomía en ciertas políticas, como la de remuneraciones. A la vez, se crean nuevas universidades. Se genera así un conjunto más heterogéneo con una mayor intervención del Estado. La otra forma de impulsar el cambio -también por iniciativa del Estado- es exponer más a las corporaciones académicas al contacto y los principios de mercado, introduciendo elementos de competencia interinstitucional, por prestigio, por estudiantes, por profesores, por recursos.

Una dimensión adicional son los cruces que comienzan a darse entre el sistema de enseñanza con orientación académica y el sistema con orientación vocacional. Las universidades comienzan a cortar sus carreras, mientras que el terciario o universitario tiende a alargarlas, deslizándose hacia el sector universitario, por ejemplo. Una característica importante del sistema universitario es que algunas universidades grandes son ellas mismas un mundo de universidades-facultades relativamente autónomas.

El conjunto resultante es suficientemente heterogéneo como para requerir un tratamiento normativo diferenciado.

Las nuevas condiciones incluyen: mecanismos formales de valuación para la entrada de nuevos elementos al sistema, tendencia (desde los 80) a reforzar el papel de las autoridades centrales (sistema unificado de ingreso a las distintas facultades, por ejemplo), creación de nuevas universidades privadas y públicas, mayor autonomía financiera y administrativa a las universidades públicas que tendrán que competir por nuevos recursos, mayor autonomía salarial (lo que permite competir por profesores), propuestas de cambio de los mecanismos de selectividad, que supondría que, una vez que cada universidad establece a qué tipo de alumnos tiene como población objetivo, compita por matricularlos y esto esté asociado a los recursos obtenidos, lo que se incentivaría al disminuir la masa de los que tienen derecho a entrar como alumnos, tendencia a organizar la enseñanza por ciclos y a institucionalizar el posgrado.

Talleres:

El primer Taller versó sobre “Nuevos temas en Ciencias Sociales”, contando como panelistas al Dr. Miguel Murmis (Director del Instituto de Ciencias de la Universidad Nacional de General Sarmiento) y el Dr. Leopoldo Benavídez (Director Académico de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, de Santiago de Chile). La moderación estuvo a cargo del Dr. Héctor Scaglia (Instituto de Estudios y Acción Social, de Buenos Aires).

El Dr. Murmis comenzó señalando que buena parte de los problemas que enfrentan las Ciencias Sociales obedece a que los temas en cuestión no están integrados a una visión global de la sociedad. Estos temas se imponen por la fuerza de las circunstancias sociales. En las sociología, en especial, la dificultad para enfrentarlos es triple: de falta de integración teórica, de fragmentación temática y de predominio del sentido común y desplazamiento del papel de analistas sociales hacia otros espacios y agentes. Esto la enfrenta a las preguntas que constituyeron su punto de partida.

Luego agregó que la calidad de la educación es sólo una parte de un proceso más global de construcción de la nación y uno de los problemas principales es que no quiere construirse y fortalecerse la nación, sino deconstruírsela y debilitarla. En este sentido, la nueva individualidad tiene un círculo de afinidad ideológica con la nueva Universidad y como tal puede tornarse peligrosa, en tanto puede dejar de lado lo que de bueno tiene la sociedad. En lo institucional, el énfasis excesivo en el carácter científico de los saberes puede dar ligar al cumplimiento de objetivos que alcancen a sectores limitados y que por eso dejen gente de costado.

Por su parte el Dr. Benavídez señaló que los temas tradicionales en las Ciencias Sociales latinoamericanas están sufriendo una transformación radical en las formas de estudiarlos. Tal es el caso del Estado, que debe empezar a ser visto menos como estructura de poder y más como estructura de gestión de políticas públicas. En este sentido afirmó que los procesos de modernización son menos un problema de eficiencia interna, que de optimización de la llegada del servicio a los beneficiarios.

En lo específicamente institucional el Dr. Benavídez señaló que esto modifica la función de las Universidades, que de formar funcionarios para el Estado, debe pasar a formar técnicos desde el punto de vista de los beneficiarios. Estos técnicos deben cumplir un papel mediador entre sociedad civil y sociedad política necesario para enfrentar la crisis de representación actual.

Por último señaló que la pérdida de valores de las últimas décadas, en el marco de la globalización genera mayores necesidades de identidad.

De lo expuesto por ambos profesionales se pueden identificar algunos acuerdos generales: la necesidad de volver, aunque desde distintas ópticas, sobre los grandes temas en las ciencias sociales latinoamericanas -en especial el estado- y, la centralidad que para distintos campos de preocupaciones tiene la cuestión de la pobreza.

En cuanto a los desacuerdos, éstos estuvieron marcados por las condiciones de utilidad de las nociones de clase social y de Estado Nación; las posibilidades de trabajo interdisciplinario, multidisciplinario y transdisciplinario y el carácter de los aportes que deben hacer las universidades frente a las problemáticas actuales: saberes técnicos o capaces de recuperar visiones globales.

Algunos interrogantes o cuestiones que quedaron pendientes estuvieron referidos a ¿cómo llegar a la sociedad del futuro?, partiendo de que no existen grandes desacuerdos sobre la misma. En el plano institucional específico: ¿cómo construir la Universidad que pretendemos cuando las precondiciones que ella supone no pueden considerarse dadas?; ¿es necesario volver a pensar temas como el de las clases sociales y la nación?, y, finalmente, ¿ hay nuevas carreras para crear, especialmente en el área de los estudios culturales, que permitan atender al actual proceso de transformación, por un lado, y las tradiciones culturales, por otro?

El segundo Taller de la tarde tuvo como tema central “Nuevos temas en la Ciencia y en la Tecnología”. Participaron como panelistas el Ing. Lucesoli (Ing. Industrial, UBA), el Ing. Carlos Alberto Rosito (Facultad de Ingenieria, UBA), el Dr. Oscar Salomone (ITU, Cuyo), el Prof. Marco A. Lucidi (Dir. Gral. del Centro Federal de Educación Tecnológica, Brasil) y el Ing. Carlos A. Petignant (Rector de la Univ. Nacional de Lomas de Zamora) y, como moderador el Dr.Roberto Bisang (Director del Instituto de Industria de la UNGS).

El primero de los panelistas, Ing. Lucesoli, enumeró los nuevos temas en Ciencia y Tecnología, destacando los estudios sobre la relación entre el hombre y el transporte terrestre, el análisis de la contaminación aérea, las nuevas tecnologías. Éstas fueron referidas, en primer término, a los temas de seguridad, luego al consumo energético y finalmente a la contaminación y el impacto ambiental. Señaló además, la necesidad de las tecnologías de nuevos materiales y la tendencia hacia el transporte eléctrico (no se puede seguir consumiendo petróleo, produciendo anhídrido carbónico y sus consecuencias, como el efecto invernadero).

El Ing. Rosito por su parte, mencionó los principales problemas que se están tratando en la Facultad de Ingeniería de la UBA a través de los proyectos de investigación en :

  1. ciencia de materiales (combinación de materiales, diseño de materiales, distintas características de materiales aún no estudiadas);
  2. simulación numérica de procesos y teoría matemática de control automático;
  3. medio ambiente: empleo de rayos láser para muestrear gases del ambiente a distintas alturas;
  4. reconocimiento de voz: para poder hablar en vez de escribir en teclado de computadoras;
  5. edificios inteligentes: automatización en control de luz, calefacción, etc.

Finalmente el Ing. Rosito planteó una reflexión sobre el grave momento que atraviesa la ciencia argentina, con instituciones al borde del cierre como la CNEA o la mala situación del INTI.

El Dr. Salomone describió el trabajo realizado en el Instituto Tecnológico de la Universidad de Cuyo que comenzó su actividad en 1992 y ofrece carreras tecnológicas cortas. Se tuvieron en cuenta para su formación las experiencias de los “colleges” de USA y de institutos franceses y la demanda de los campos productivos , políticos y sociales de la zona. Señala además, que constituye una propuesta educativa nueva con una dinámica propia que la regula el mercado, tiene insumo en la ciencia, se adapta a nuevas condiciones del proceso de producción y del trabajo y el aprendizaje es interdisciplinario. Se propicia un diálogo continuo con la producción y se ha formulando una propuesta pedagógica a partir de la demanda que tiene como características: el empleo de la informática, el trabajo con pequeños grupos, estadías y prácticas constantes en las empresas, gran dedicación de los profesores y de los alumnos y una evaluación continua.

El Prof. Lucidi presentó el CEFET, de Brasil, que tiene sus antecedentes en los centros nacionales creados en la década del ‘ 40 en el período de sustitución de importaciones y luego en 1978 surge como Centro Federal tomando las experiencias realizadas en Alemania y Francia. Este Centro se dedica a la producción de investigaciones tecnológicas y no realiza investigación básica por lo que no compite con la universidad .Otorga títulos de ingeniero industrial, tecnicaturas, y posgrado. El 50 % de las disciplinas para la Ingeniería Industrial son laboratorios y trabajos de taller, luego poseen materias orientadas al manejo de personal, impacto ambiental, contaminación, y pasan un semestre en una fábrica. Poseen además, un Centro de Transferencia de Tecnología que posee un gran banco de datos que son utilizados por los empresarios, sobre todo aquellos de las PYMES, vía Internet. También se han firmado convenios con universidades especializadas como la UTN, de Argentina y con Francia. En la actualidad se están preparando cursos de educación a distancia. Las áreas de ingeniería en Río de Janeiro están dedicadas a los problemas de la ciudad: servicios, industria naval, nuevos materiales, telecomunicación e informática, ahorro de energía.

Por su parte, el Ing. Petignant, planteó una pregunta clave: ¿ Qué condiciones son necesarias para una agenda común de Ciencia y Tecnología que responda a cambios en el comercio internacional, a los procesos de globalización, a nuevas tendencias sociales como los cambios de hábitos y valores, distintas formas de consumo y de trabajo, a la reformulación de los medios que el Estado selecciona como desregulación , privatizaciones, política de relaciones internacionales?

Sostuvo que las universidades deben explorar nuevas habilidades, revalorizar la cooperación, el conocimiento integrado a un medio social específico. Recalcó que existe en la Argentina una brecha tecnológica que impide reinstalarnos en el nuevo sistema globalizado. No se puede quedar atrapado en los emergentes del nuevo modelo: redes, parque tecnológico, etc.

Propone mantener la complementariedad público-privado, avanzar en mecanismos que permitan la vinculación con el sector empresarial, maximizar el beneficio social, discutir los mecanismos que conducen a articular la universidad con las comunidades y el sistema productivo en particular, las demandas las debe fijar la comunidad. Se debe preservar además, la diversidad y el compromiso ya que apostar a un sólo modelo puede tener un alto costo.

En síntesis, puede señalarse que la discusión generada a partir de las intervenciones de los panelistas estuvo centrada en: a) la relación universidad – empresa, basada en la experiencia de cada panelista en el cómo establecer esa relación para que sea fructífera. De acuerdo a lo dicho, ella se da a través del vínculo con los alumnos que luego son cuadros medios o empresarios, o por asesoramiento o prestación de servicios a las mismas. Se expresó que en la Argentina la relación universidad – empresa no existió, por otro lado se dice que la Argentina produjo tecnología , es decir hubo oferta tecnológica que nunca fue usada o demandada por la industria y, b)la inclusión de temas ambientales en las carreras de técnicos o ingenieros. l respecto, se dijo que la UBA tiene un posgrado en temas ambientales en la Fac. de Ingeniería .Se marcó además, que la capacitación de los recursos humanos de las empresas en los temas ambientales es muy importante: evitaría muertes y enfermedades, y que será un importante campo -que ya comienza a ser demandado- para desarrollar en el futuro próximo.

Día Jueves 27 de Junio: Las Nuevas Carreras

1ra. Exposición:

La segunda jornada dio comienzo con la conferencia del Dr. Enric Argullol (Rector de la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona) sobre: “Nuevas carreras al finalizar el Siglo”. Tuvo como comentaristas al Lic. José Martín (Rector de la Universidad Nacional de Cuyo), al Lic. Ricardo L. Gutiérrez ( Rector de la Universidad del Sur), al Dr. Alberto Dibbern (Vice-presidente de la Universidad Nacional de la Plata) y se desempeñó como moderador el Agr. Raúl Mura (Coordinador de los Consejos de Planeamiento Regional de la Educación Superior del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación).

El Dr. Argullol se refirió a la experiencia de su Universidad en el marco de las reformas españolas de comienzos de la década de 1980. Señaló que, al igual que en el caso de la Universidad Carlos III de Madrid, en la Universidad que dirige se contó con la ventaja comparativa de haber comenzado sin estructuras preexistentes condicionantes.

El expositor centró su ponencia en cuatro temas principales:

  1. La relación entre educación superior y educación universitaria en España, donde a partir de las reformas de la última década toda la educación superior está en la universidad, lo que da una gran heterogeneidad.
  2. En segundo lugar, analizó el acceso a la universidad en España. Explicó el ingreso como un sistema en que se articulan las calificaciones del nivel secundario con las de una prueba nacional o regional de aptitud ordenando una nómina de candidatos a elegir carrera y universidad; a este primer componente se agrega la oferta de carreras y plazas de las universidades. El resultado del cruce entre demanda estudiantil y oferta de las instituciones se resuelve por medios informáticos. Analizó aquí las dificultades y consecuencias del sistema de selección: en relación con la madurez de los estudiantes al elegir opciones, con la elección vocacional frente a las ofertas del sistema y el aumento de vocaciones frustradas. Señaló también que sólo en los últimos tiempos el prestigio relativo de las universidades, derivado de su capacidad de innovación y calidad académica, comienza a ser tenido en cuenta por los estudiantes al momento de elegir universidad.
  3. El tercer punto estuvo dedicado a analizar la relación entre la formación generalista, la especialización y el excesivo número de créditos de las carreras españolas. A pesar de que el mundo empresario y los académicos reclaman formación generalista para enfrentar una sociedad en constante e imprevisible cambio, en la práctica se ha acentuado la especialización. El expositor centró la razón en los intereses corporativos de los profesores que han incrementado el número de créditos que integran las carreras.
  4. Consecuencia directa de la tensión entre generalismo y especialización y la opción por la formación generalista en las formaciones iniciales fue el cuarto punto de la exposición: ciclos iniciales, especialización posterior, recursos para formación de tercer ciclo, doctorados y maestrías fueron apenas esbozados por falta de tiempo.

Los comentaristas coincidieron con las perspectivas generales del Dr. Argullol. El Lic. Martín señaló que a pesar de las analogías con la situación en España existen algunas diferencias: la legislación distingue entre el nivel universitario y los niveles de formación post-secundarios no universitarios. En este sentido expuso rápidamente la experiencia de la Universidad Nacional de Cuyo en relación con las nuevas modalidades de formación que propone la Ley Federal de Educación (EGB + polimodal + colegios universitarios con formación técnica). También comparó el sistema de ingreso español con el vigente en Cuyo: cursos de nivelación, exámenes de ingreso y cupos. Para terminar, señaló el valor del proceso de autoevaluación y evaluación que la UNC ha realizado y que ha sugerido modificaciones.

El Lic. Gutiérrez propuso considerar al sector post-secundario como sistema, aunque no en sentido globalizador sino particularizador de las características de los subsistemas que lo integran (alumnos, profesores, instituciones, etc.) con sus méritos, sus intereses y sus defectos que pueden llevar al fracaso del sistema, y en sus relaciones con los niveles anteriores. La cuestión de la capacitación continua como necesidad del mundo de hoy ofrece también dificultades en cuanto a la acreditación: ¿cuál es el nivel mínimo de capacitación? ¿Quién debe hacerla?

El Dr. Dibbern, coincidió en la importancia de revisar la articulación entre los diversos niveles del sistema educativo y la necesidad de corregir las formaciones profesionales para que recuperen prestigio. La vinculación con el sector productivo puede ayudar en esto.

Además, puso en discusión el sistema de pruebas únicas para el ingreso universitario, señalando que las formaciones secundarias en Argentina son altamente heterogéneas, porque las capacidades de los profesores secundarios también lo son. Coincidió con los restantes miembros del panel en cuanto a la necesidad de una muy fuerte formación general básica con especialización posterior, aunque señaló que también el área de postgrados debe ser homogeneizada en la Argentina en relación con el Mercosur, lo cual exige una política de formación de recursos humanos para postgrados.

2da. Exposición:

La parte de la mañana tuvo como protagonista principal a la Dra. Zulima Fernández (Vice-rectora de Ordenación académica de la Univ. Carlos III) y como comentaristas al Contador Carlos Domínguez (Rector de la Univ. Nac. De Villa María) y al Ing. Alberto Cantero Gutiérrez (Rector de la Univ. Nac. De Río Cuarto), habiendo actuado como moderador la Lic. Marta Di Pacce.

La exposición de la Dra. Fernández partió de la afirmación de que la Universidad no puede estar ajena a la preocupación y al requerimiento crecientes de la sociedad por generar y difundir conocimiento, en virtud del rol privilegiado que ésta juega en la competividad de los países y sus organizaciones.

Se centró en algunos interrogantes claves en torno al papel que la Universidad deberá jugar en los próximos tiempos.

Se preguntó en primer lugar qué tipo de conocimientos debe y puede impartir la Universidad. La respuesta señaló que el desarrollo científico y tecnológico exige de la Universidad planes de estudio flexibles, que formen graduados capaces de adaptación a la realidad cambiante. Fundamentó asimismo que la Universidad moderna parece más capacitada para trasmitir conocimiento explícito, codificado, y que tiene dificultades en transmitir el conocimiento tácito, no codificable, en otras palabras, en replicar el mundo de la práctica. Desde allí, consecuentemente, afirmó que no es tarea de la Universidad replicar la práctica cotidiana del trabajo, sino dedicarse a aquello que mejor sabe hacer.

Desde otra perspectiva, planteó que la Universidad al deber decidir acerca del grado de especificidad de los conocimientos que pretende transmitir se enfrenta al dilema de optar por una formación generalista o especializada y consideró que, el desarrollo científico y tecnológico imparable y las demandas del mercado de trabajo, indican la necesidad (o conveniencia) de proporcionar a los alumnos una formación general (más útil para preparar para un puesto de trabajo y sus cambiantes exigencias) y esperar su retorno obligado a la Universidad una vez que, incorporados al mundo laboral, detecten carencias o nuevas necesidades.

La segunda tesis de la exposición fue: el verdadero cliente de la Universidad pública es la sociedad (al menos en Europa) y en la práctica, puede asistirse a una cuestión de descontrol en tanto la Universidad no atiende a los intereses de su cliente. En el caso de la Universidad española y por sus rasgos distintivos ( autonomía, financiación en función del número de alumnos, mercado cautivo y homogeneidad del valor de los títulos) ella tiene incentivos muy sesgados para no diseñar planes de estudio adecuados a las necesidades del mercado si con ello atenta contra los intereses de sus miembros, tanto académicos como administrativos.

Otro interrogante aludió a cómo puede la Universidad enseñar, es decir, a las características de la orientación y a la estructura curricular propuestas ejemplificado desde la universidad española tras la reforma de los planes de estudio (y sus notas distintivas: monopolio de la educación superior, estructura cíclica). Señaló la positividad de la misma . La ciclicidad y el margen de optatividad y de libre elección otorgan flexibilidad a los planes de estudio; y junto con la homogeneización y la orientación marcadamente académica de los primeros ciclos dinamizan y modernizan a los estudios ya que los planes pueden ser adaptados con facilidad a las nuevas exigencias del mercado.

Finalmente la Dra. Fernández señaló algunos problemas derivados de la Reforma: la contradicción planteada por la doble finalidad de los primeros ciclos (básica y finalista), el hecho de no formar profesionales de grado con formación eminentemente práctica y la reducción de las posibilidades de promoción personal de alumnos que por diferentes razones están inhabilitados para cursar los primeros ciclos, y por tanto obtener un título universitario.

El Contador Carlos Domínguez expresó sus coincidencias con la exposición en lo relativo al desafío de la flexibilización de los planes de estudio y al tipo de conocimientos a privilegiar en la formación. Si bien destacó que en su Universidad se está pensando en lograr una formación especializada, carreras con dos etapas con formación específica en los útimos años, a través de materias optativas.

Con respecto a la adecuación de la oferta curricular a las necesidades del mercado, matizó la postura expuesta señalando la intención de crear, desde la Universidad demanda de nuevas carreras.

Planteó, como problema el que la Universidad no forma ciudadanos consustanciados con el bien común; y como cuestión pendiente, la promoción en los egresados de una conciencia de pertenencia a la universidad y a la sociedad que los incline a su servicio.

El Ing. Cantero Gutiérrez acordó con la exigencia de respuesta de la Universidad a los actuales y futuros desafíos, enfatizó sin embargo la necesidad de plantear el debate alrededor del modelo de Universidad a construir, definiendo esta dificultosa cuestión como fundamentalmente axiológica y política . Afirmó que asuntos tales como quién define las carreras, su organización, sus planes de estudio, son una cuestión de estado y no de mercado, y deben ser debatidos en el marco de un horizonte valorativo por las nuevas universidades.

Planteó además, algunos problemas o dilemas en que se encuentran las jóvenes universidades: si replicar o no la lógica de funcionamiento de las antiguas o mega universidades, el escenario de desarrollo económico en el que deben definir las carreras, las presiones para otorgar salida laboral al cabo del primer ciclo.

Alertó acerca de las trampas que tiende cualquier reforma curricular si no se atiende a la resistencia a una transformación que atente contra la estabilidad de los docentes.

Finalmente presentó propuestas, que considera cuestiones pendientes tales como: encontrar una posibilidad de autonomía óptima pero con compromiso social, la pertinencia social como criterio para la definición de las carreras, poner el énfasis en la organización de la universidad creando estructuras flexibles (diferentes a la cátedra) que integren al docente en equipos y apoyar al docente en su formación de posgrado.

Algunas de las preguntas planteadas por los asistentes mostraron acuerdos, disensos y la preocupación por cuestiones relativas a: ¿cómo evitar la tentación de equiparar sociedad a mercado o a poder político del estado y evaluar las consecuencias de esta equiparación?; el peligro de ignorar la dimensión motivacional del alumno como aspecto fundamental de la gestión de la demanda; la oposición estudio-trabajo que limitaría la posibilidad de aprovechar el trabajo universitario para formar en lo práctico explicitando lo tácito.

Talleres:

El primer Taller de la tarde tuvo como tema central los Cambios Recientes en las Viejas Universidades de América. Participaron en el panel el Dr. Edyberto Cabral Ramírez ( Rector Mgfco. de la Universidad Autónoma de Santo Domingo), el Ing. Jorge Brovetto (Rector de la Universidad de la República, de Uruguay), y el Dr. Oscar J. Shuberoff (Rector de la Universidad de Buenos Aires) y actuó como moderador el Dr. Juan Carlos Geneiro (ITAM, de México).

El Ing. Brovetto y el Dr. Cabral Ramírez coincidieron en situar los cambios en sus respectivas universidades, en los últimos años luego de la transición de una dictadura a la democracia -aunque reconocen que cada caso presenta sus particularidades-.

De los tres valores alrededor de los cuales tuvo lugar la transformación en la Universidad de la República de Uruguay, excelencia, pertinencia y equidad, el Ing. Brovetto eligió para su discurso el de la pertinencia y al respecto señaló las dificultades para crear conocimiento pertinente en el marco de una Universidad parcialmente desvinculada de la realidad en cuanto a la formación de recursos humanos, superada por el vertiginoso crecimiento del saber y con dificultades para percibir las señales de la demanda social.

La propuesta entonces fue la de una apertura irrestricta hacia todos los sectores sociales. Esta apertura se concretó en acuerdos y convenios de servicios y pasantías con diferentes sectores sociales. esta apertura se tradujo en cambios en todas las tareas universitarias, aunque se verificaron ciertas dificultades para adaptarse a ese cambio en el ámbito de la docencia. La apertura también significó un impulso para organizar estudios de grado que favorecieran la flexibilidad frente a la demanda, y a una política de integración universitaria regional.

Por su parte, el Dr. Cabral Ramírez luego de señalar la importancia de la creación de modelos propios, ajustados a la realidad en la que se inserta la Universidad, deslindó los ámbitos de la universidad pública y privada, y asumió su elección por la universidad pública a la que predijo un gran rol en la sociedad latinoamericana, sin desmerecer, el papel de las privadas.

Respecto de la Universidad que dirige, planteó que en los últimos seis años el cambio más importante fue la reforma curricular, que contempló los siguientes puntos:

  1. necesidades socio-económicas de los estudiantes tanto como de los profesores en el marco de una reducción presupuestaria importante y de un autofinanciamiento parcial;
  2. inserción de los egresados en el mercado laboral;
  3. necesidades de postgrados;
  4. capacidades de los estudiantes;
  5. planes de estudios;
  6. programas por asignaturas;
  7. proceso de enseñanza-aprendizaje y en tal sentido enfatizó la necesidad de que el profesor actual posea buena formación pedagógica.

Por último, postuló una universidad científica, investigadora, capaz de responder a las exigencias del mercado sin subordinarse a él, en el marco de una autonomía responsable y abierta a la participación de todos los sectores.

A su turno el Dr. Shuberoff, reseñó la evolución de la universidad latinoamericana como institución y, en especial hizo referencia al caso argentino. Situó en el golpe militar de 1976, el momento en que se detuvo el proceso de reflexión de la universidad sobre sí misma, el cual se recuperó en 1984 con el retorno a la democracia y a la autonomía.

Señaló que en las décadas del ’70 y ‘80, frente al fenómeno de la masividad de demanda de acceso a estudios superiores, la respuesta -a su criterio equivocada- fue la de creación de universidades. Y aseguró que así se atentó contra los esfuerzos por garantizar la calidad de las universidades pre-existentes. Si bien reconoció la importancia de atender a esa demanda masiva con aumento de la oferta, dado el bajo porcentual de la población del país que llega a la universidad, señaló que abrir nuevas universidades no es la manera de resolver problemas. Propuso en cambio una red de mayor o menor complejidad que aproveche la tradición de las viejas universidades y la vitalidad es las nuevas, pero bien creadas.

Respecto de la UBA, señaló que a partir de 1986 se lograron importantes y sensibles cambios en la calidad de la enseñanza, en la investigación y en la transferencia de conocimiento. Sin embargo, estimó que el modelo está en su límite y, que son necesarios cambios a nivel estructura, currícula, investigación y transferencia que permitan un mejor aprovechamiento de los recursos que redunde en calidad y adecuación de la oferta de carreras.

El segundo Taller de la tarde versó sobre “Nuevas carreras: respuestas a un nuevo sistema de necesidades”. El panel estuvo integrado por el Dr. Enric Argullol (Rector de la Universitat Pompeu Fabra, de Barcelona), el Dr. Ángel Llamas Cascón (Vice-rector de la Universidad Carlos III, de Madrid) y el Dr. Roberto Domecq (Rector de la Univ. Nacional de Gral. Sarmiento). Fue moderador el Prof. Norberto Fernández Lamarra (Asesor del Senado de la Nación).

El Dr. Domecq abrió el panel reseñando el proceso de creación de la UNGS, a partir de la relación entre necesidades sociales, estructura y carreras de la Universidad. En el proceso de creación del proyecto de la universidad, el primer interrogante fue el relativo a los grandes temas que debía tomar la institución para satisfacer globalmente a través de la oferta académica, ciertas necesidades vislumbradas pero no identificadas con claridad. Industria, Conurbano y Transición fueron tres de los temas elegidos para confrontar con la realidad y confirmar como necesidades a través de la consulta a especialistas nacionales e internacionales, que detalló, así como con grandes, medianas y pequeñas empresas. Entre otras cosas se detectó que a las empresas les interesan personas con importante formación general y suficientemente flexibles como para completar su capacitación para el desempeño concreto.

El segundo interrogante estuvo referido a la conformación de una universidad a partir de esos temas. Se concluyó que las carreras no eran viables si no se dedicaban por lo menos tres años a la investigación, dado que la mayoría de ellas se dictaban por primera vez, o bien relacionaban áreas que hasta el momento se presentaban por separado.

Indicó que la estructura por Institutos nació de esa necesidad, así como también la idea de unir en un solo acto académico tres aspectos: docencia, investigación y extensión y remarcó además, que el programa de investigación debe dar respuesta a las necesidades planteadas.

Describió luego, la estructura curricular de la Universidad, que dedica tres años a la formación básica y general, dentro de la cual los estudiantes eligen casi el 28 % de las materias. La formación general es seguida por dos años a cargo de alguno de los Institutos.

Respecto al ingreso a la Universidad, describió las investigaciones previas realizadas y destacó que la entonces potencial población estudiantil rechazaba las carreras cortas, evidenciaba un prejuicio sobre la calidad de lo que se hiciera en la zona y el maltrato al que estaba expuesta en la vida general y en la escuela en particular. A partir de estos datos, se decidió hacer una institución con el mejor nivel y se preparó para ello pedagógicamente a los profesores.

El Dr. Argullol, refiriéndose a la exposición del Dr. Domecq describió el proceso de creación de la oferta académica como una misión de regeneración intelectual y elogió lo que dio en llamar una apuesta de la UNGS, pero señaló que, si bien coincidía con el planteamiento generalista del primer ciclo, dudaba acerca de sí ciertos títulos como el de la Lic. en Administración Local, no constituirían una excesiva acotación frente a una gran dosis de formación general. Por último planteó que entre muchas posibilidades, hay dos orientaciones en la creación de universidades nuevas: las que juegan un rol dinamizador del entorno en que están situadas y las que juegan un rol dinamizador del sistema universitario pre-existente. En tal sentido, evaluó como muy positiva la opción en que la UNGS parece situarse.

A continuación el Dr. Domecq se refirió a la duda planteada pro el Dr. Argullol y señaló que la noción de lo local era diferente en España y en Argentina en función de experiencias diferentes. en este sentido, informó que en los últimos 25 años no ha habido experiencias exitosas de desarrollo local en la Argentina.

El Prof. Llamas Cascón, en contestación a la intervención del Rector de la UBA, señala que es difícil confiar la renovación de las universidades a través de la tradición porque sería degollar en la cuna a las nuevas universidades; ni siquiera con el dinamismo porque entonces, no hay lugar para ellas.

Día Viernes 28 de Junio: Los Nuevos Modelos

1ra. Exposición:

La primera exposición estuvo a cargo del Dr. Juan Carlos Geneiro ( ITAM, México) sobre el tema: “Educación Superior: democracia y globalización”. Fueron comentaristas el Lic. Carlos Pedro Krotsch ( Secretario de posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA) y el Ing. Alberto Cantero Gutiérrez (Rector de la Universidad de Río Cuarto)

El Dr. Geneiro afirmó que así como en las décadas del ´50 y del ´60 la categoría central era la de desarrollo, la categoría central hoy es la de globalización. Esta globalización genera cambios en el patrón de acumulación y en el sistema educativo, otorgándole un lugar central al mercado.

En lo institucional, la crisis e incertidumbre que caracterizan la vida actual obligan a la Universidad a reflexionar para buscar respuestas.

En segundo lugar señaló la necesidad de recuperar el sentido de crisis como culminación de un proceso de contrarios, que puede llevar a la extinción, pero también a la rehabilitación. Este es el punto de partida para una visión optimista del horizonte que se abre a la educación superior.

Por otra parte, afirmó que las situaciones caóticas son las más sensibles a la intervención humana. Es necesario formar un nuevo núcleo cultural y social.

Retomó distintas visiones sobre el momento actual, alrededor de las consecuencias de la centralidad del mercado para los países pobres, del desarrollo tecnológico para el empleo y del crecimiento económico para los distintos países. A partir de ellas surge la condición política de las decisiones a tomar, cuando por un lado se han eliminado las redistribuciones, pero por otro marchamos a un milenio que estaría dominado por las distribución social. Esto actualiza el valor de la democracia, en cuyo marco es necesario introducir cambios en la didáctica, en los objetivos y curriculum y en la investigación.

El Dr. Geneiro señaló, para culminar, la necesidad de resaltar el vínculo entre Democracia y Educación, acabando con la retrógrada práctica social de crear Institutos de 1ª y de 2ª.

El Dr. Krostch señaló que la articulación Universidad-Empresa debe respetar las especificidades recíprocas.

Finalmente y en el transcurso del debate surgieron acuerdos alrededor de :

  • el concepto de crisis y de la caracterización de la globalización, sobre las cuales no debe haber posiciones irreductibles.
  • la importancia de valorizar el escenario propuesto por CEPAL, que permitiría estilos de desarrollo que respeten y retomen las ventajas competitivas de cada país.
  • la necesidad de pensar el desafío de la globalización a partir de relaciones en términos de conocimientos y tecnologías, que deben ser puestos al servicio del bienestar.
  • la necesidad que las Universidades rescaten los valores de la verdadera autonomía y de los entendimientos políticos y que luchen contra tendencias retrógradas.

En cuanto a los desacuerdos, éstos se marcaron a partir de la naturaleza de la actual transición, que es incomparable con la de épocas anteriores y del peligro de dejarse seducir por el discurso posmoderno acerca de la Universidad.

Surgieron además, una serie de interrogantes y cuestiones que quedaron pendientes, referidos a: ¿cuál es el escenario que se materializará, de todos los posibles?; la democratización del acceso ¿llegará a los sectores medios, totalmente, o también a sectores no integrados? y, ¿cómo seguir un proceso de democratización en el marco de la segmentación?

2da. Exposición:

Durante la segunda parte de la mañana el Dr. José Luis Coraggio (Investigador-docente Titular y Director del Instituto del Conurbano de la UNGS) expuso sobre el tema: “Reforma Pedagógica: eje del desarrollo de la Enseñanza Superior”. Fueron sus comentaristas la Dra. Ana María Jaramillo (Rectora de la Universidad Nac. de Lanús) y el Lic. Rafael Santoyo Sánchez (Coordinador General de Servicios Académicos de la ANUIES, México). La moderación estuvo a cargo de la Lic. Marta Graciela Mata (Coordinadora de Unidad Pedagógica Universitaria de la UNGS)

José Luis Coraggio sostuvo que parece haber consenso en que estamos entrando en un nuevo sistema tecnológico, productivo y social, al que algunos califican como economía super-simbólica, o sociedad informacional, centrado en el conocimiento, en el que la información es insumo y producto principal de las actividades más dinámicas. Consecuentemente, la investigación, como productora de nuevos conocimientos, y la educación, como formadora de agentes y ciudadanos poseedores de esos conocimientos, se vuelven ramas fundamentales de la inversión para el desarrollo. Desde esta perspectiva, educar implica poner en marcha un proceso de reproducción ampliada de las capacidades humanas para participar activamente en la reorganización de la economía, de la sociedad, del estado y del mismo sistema de educación e investigación.

Dicho sistema es una rama clave de la inversión pública para los países que aspiren a tener un desarrollo humano sustentable. Es, a la vez, una actividad humana que está pasando por una crisis, que requiere una transformación profunda, y que no cuenta en este momento con paradigmas establecidos. Una primera respuesta ha sido una innovación nominalista, inventando nombres de carreras que apelaban a nuevas áreas-problema o “nichos” no cubiertos, muchas veces reensamblando viejas materias.

Otra innovación corriente apela a la noción de flexibilidad, que denota una crítica a sistemas que resultaron rígidos para adaptarse a las necesidades de las reestructuraciones profundas de las sociedades. La flexibilidad es entendida, muchas veces, como incorporar articulaciones en varios niveles del proceso educativo. Así, se tiende a substituir las carreras largas, como autopistas con una única salida, por redes de módulos, dando títulos habilitantes a cada nivel, permitiendo que un mismo módulo básico o intermedio desemboque en diversas combinaciones finales, o que desde varios módulos iniciales se pueda confluir en un mismo módulo superior.

Sin embargo, estructuras flexibles pueden seguir produciendo graduados ellos mismos no flexibles. Por ello, innovar en materia educativa requiere no sólo reorganizar, flexibilizando, lo viejo, sino revolucionar su tecnología, es decir, su pedagogía, sus didácticas, para desarrollar eficientemente las nuevas capacidades. Ha sido usual, en educación superior, suponer que la mejor formación depende de cuánto sepan de su tema los docentes. Pero el dominio de un campo del saber raramente va acompañado del saber transmitir, formar, capacitar a otros.

Las nuevas universidades tienen posibilidades de innovar pedagógicamente. Esto significa tomar una serie de decisiones que no pasan por elaborar e imponer el “manual del buen docente”, sino por institucionalizar un espacio de recuperación del mejor conocimiento pedagógico y didáctico, un espacio de reflexión crítica y de desarrollo pedagógico sobre la marcha del proceso educativo, donde se incentive la excelencia pedagógica. Por supuesto, ese espacio plural, donde se compartan iniciativas didácticas, debe estar enmarcado en una macroestructura curricular que dosifique y proponga una secuencia adecuada de aprendizaje de los alumnos.

Así, la UNGS ha definido tres etapas en la formación de grado: un período de aprestamiento para el trabajo universitario, que transcurre mientras los estudiantes aún están terminando su secundaria, que viene a suplir (esperamos que temporariamente, hasta que surtan efecto las reformas en los niveles pre-universitarios) las limitaciones que traen los ingresantes. El aprestamiento no es una nivelación, sino que supone completar el desarrollo de capacidades y disposiciones que nutren el proceso de estudio a nivel superior y que reducen los fracasos en el primer año de universidad. Luego, se pasa a un Primer Ciclo de tres años, o ciclo básico, de formación en dos disciplinas, según la mención elegida (Historia y Filosofía; Economía y Sociología; Matemáticas y Físico-química, según sea la mención), con unas pocas materias complementarias y un 25 por ciento de materias optativas. Luego un Segundo Ciclo de dos años, que supone entrar en un terreno concreto, profesional (Economía Industrial, Ingeniería Industrial, Ecología Urbana, Política Social Urbana, Urbanismo, Administración Pública con mención en los niveles local y regional) o bien un Segundo Ciclo de un año para culminar con el grado de Profesor de Educación General Básica y Polimodal. Pasar de un ciclo al otro en las carreras profesionales no significa especializarse en una sub-rama disciplinar, sino pasar de lo fuertemente teórico y abstracto a lo más concreto y cercano a la práctica, por lo que el campo disciplinario se amplía, al ser pluridimensionales los procesos en que van a intervenir nuestros graduados.

Además, a lo largo de la carrera, los estudiantes que se separaron por menciones, vuelven a encontrarse, en laboratorios interdisciplinarios, en talleres, en las carreras mismas de Segundo Ciclo. La interdisciplina no es sólo una propuesta de reflexión sobre los límites de la disciplina, sino un espacio de práctica real en que la necesidad de incorporar otros conocimientos para aprehender lo real se hace imperativa. Aunque esto no excluye prácticas intradisciplinarias, muchas prácticas serán colectivas, multidisciplinarias, y se ubicarán en situaciones reales de resolución de problemas, donde investigadores-docentes y alumnos se enfrenten con actores reales de la sociedad, la economía, el sector público.

Pero la macroestructura curricular no es suficiente para lograr el objetivo buscado de formar un profesional flexible, con capacidad para enfrentar problemas nuevos, de buscar conocimientos y metodologías pertinentes a cada problema, de transferir sus conocimientos a situaciones nunca experimentadas, de informar y formar a su vez a otros, de reflexionar y aprender eficientemente de su propia experiencia, de seguir estudiando. Eso pasa, también, por el interior del aula, y por las capacidades de los docentes para desarrollar esas capacidades que hacen a una flexibilidad profunda y perdurable.

Una primera capacidad requerida se manifiesta en la política de incorporación el personal académico. La UNGS ha planteado como principio que no sólo la docencia y la actividad de extensión deben ir juntas, sino que ambas deben estar ligadas con la investigación científica. El personal académico debe ser investigador, y en tal condición es concursado. No sólo debe conocer lo que se sabe y cómo viene organizado ese conocimiento, sino saber cómo se produjo, como se ha aplicado y cuáles son sus alcances, siendo él mismo un productor y aplicador crítico de conocimientos.

Pero el hecho de que un docente investigue no garantiza que pueda formar investigadores o profesionales creativos. La cuestión del conocimiento pedagógico como tal sigue estando, entonces, en el centro de nuestras preocupaciones. Hemos tomado algunas definiciones pedagógicas que acompañan a la macroestructura curricular. Por ejemplo, las ciencias sociales serán enseñandas como paradigmas, donde el origen, sentido y eficacia de las teorías y los métodos sean comprendidos a la vez que se aprenden tales teorías y métodos. Implementaremos esa estrategia y vigilaremos sus resultados sobre la marcha. Tal decisión se basa en consideraciones epistemológicas así como en una sólida experiencia docente, pero obviamente no es la única alternativa, ni la proponemos como la manera de enseñar todas las materias. Es una hipótesis fuerte que debe ser puesta a prueba en las mejores condiciones posibles, pero evaluada por sus resultados.

En cada campo, se tratará de plantear propuestas pedagógicas fundadas e implementarlas críticamente, abriendo el espacio para discutir y reflexionar colectivamente, preocupados por el aprendizaje de nuestros alumnos antes que por la facilidad de hacer más de lo mismo o por la elegancia de nuestras exposiciones. Por ello, una condición esencial es lograr esa moral compartida de que el desarrollo de nuestros alumnos y su potencial contribución a la sociedad es el sentido trascendente de nuestro trabajo universitario.

Saber que podemos emprender una búsqueda con objetivos comunes pero por caminos abiertos y plurales puede ser bastante tranquilizante, y despoja a la pedagogía de ese aire de ciencia normativa del quehacer de otros. Nuestro desafío es, apoyándonos en el mejor conocimiento sistemático que los pedagogos pueden brindarnos, encarnar las preocupación pedagógica en nuestras prácticas cotidianas, reestableciendo la vinculación orgánica entre una pedagogía viva y la docencia. La contrastación de las propuestas pasa por establecer si hay aprendizaje de acuerdo a los objetivos fijados, y para ellos vamos a contar con el refuerzo de la investigación educativa sobre la marcha. Desde antes de iniciar el primer curso de aprestamiento, ya estaba la universidad estudiando las capacidades cognitivas de sus futuros estudiantes, y no ha

Nuestro compromiso requiere entonces un control contínuo de la calidad de la educación, evaluando los resultados de las distintas alternativas, de las distintas tácticas probadas dentro del mismo marco estratégico. Pero también, a su debido tiempo, esteremos investigando qué pasa con nuestros graduados cuando se enfrentan al mundo de la empresa, del gobierno, de las organizaciones sociales donde presten servicios.

Dado el carácter de producto y a la vez de recurso de nuestros graduados, el currículo debe incluir expresamente su formación pedagógica. Es decir, no sólo para su éxito como estudiantes, sino para que la formación de recursos humanos funcione a escala ampliada, es necesario que los alumnos mismos desarrollen su sensibilidad a la cuestión del aprendizaje y de la pedagogía. Si el objetivo central es enseñar a aprender, no sólo enseñar ciertos conocimientos sino desarrollar esa capacidad fundamental que es la de seguir aprendiendo, esto significa que el estudiante participe activamente. Y muchas veces, una de las principales dificultades en el proceso de aprendizaje es que el alumno realmente no sabe si aprendió o no, y espera que el profesor le diga si aprendió o no a través de una nota en un examen. Si nosotros podemos incorporar ese control, hacerlo interno al alumno, esto ayudará muchísimo a regular nuestros procesos de enseñanza. Si además transferimos esa capacidad, ese conocimiento sobre la situación enseñanza-aprendizaje, es posible que la reforma pedagógica se vuelva una revolución continua de los métodos educativos.

Otras capacidades, usualmente parte del currículo oculto (y por tanto, incontrolable), son igualmente relevantes. Se suele constatar que una altísima proporción de los graduados universitarios no pueden hacer lectura comprensiva. Esto va a ser encarado muy directamente por la universidad, y todo lo que tenga que ver con las habilidades comunicativas, con la lectura y escucha (?) comprensiva, con la escritura, la expresión oral y por otros medios, con la sensibilidad para tener en cuenta al interlocutor y sus códigos, para comprender no sólo el texto sino el contexto de las comunicaciones, ese tipo de habilidades que tienen que ver con el manejo de los códigos de modernidad, estará incorporado expresamente, comenzando por los talleres de lecto-escritura con que se inicia el aprestamiento. Pero esto no puede lograrse sólo con uno o dos cursos. Tiene que ser una dimensión incorporada al currículo de las diversas materias y asumido como objetivo por todos los docentes.

En todo esto hay experiencia significativa. La propuesta pedagógica de la universidad implica recuperar un conocimiento acumulado pero disperso, y la novedad fundamental está en usarlo. Su innovación no consiste en la invención de fórmulas inéditas, sino en recuperar, incorporar e institucionalizar de manera flexible esta dimensión pedagógica a la definición del proyecto de la Universidad y de su quehacer. Implementar una propuesta de este tipo enfrenta problemas, porque si bien parece que en una nueva universidad partimos de cero, es un cero relativo, porque quienes venimos aquí tenemos una historia y una inercia, y participamos de una cultura de lo que es el ser universitario, que a veces requieren un período de voluntad, hasta que se logre institucionalizar otra variante de la cultura universitaria, o hasta que la sociedad decida asignar suficientes recursos al sistema educativo para que sus docentes pueden dedicar todo el tiempo que requiere la revolución en calidad de esta inversión social.

La Dra. Jaramillo, por su parte, señaló que corremos grandes riesgos si nos quedamos sólo con ciertas miradas socioeconómicas que nos llevan a concebir el conocimiento como capital humano y a la educación como productora y reproductora de hombres económicamente viables.

Propone para reformar el qué y el cómo de la enseñanza la reflexión acerca del sentido y la intencionalidad. Se debe reflexionar y debatir el sentido de nuestro futuro, no sólo en la revolución tecnológica sino en los valores de la humanidad en general y de nuestro país en particular.

En su intervención con relación a la ponencia presentada por el Dr. Coraggio, el Mtro. Rafael Santoyo Sánchez planteó algunos comentarios a los problemas de la enseñanza superior complementando con el análisis de ciertas características del sistema mexicano.

Expresó algunos conceptos relativos, por un lado, a la pertinencia y actualidad de la oferta educativa en relación al campo y al mercado de trabajo, y por otro, con relación a la organización académica y a la formación de profesionales.

Finalmente, el Mtro. Santoyo perfiló algunos de los elementos a considerar en la creación de un organismo para apoyar la formación de profesores y para emprender estudios de investigación educativa.

Talleres:

Las actividades vespertinas dieron comienzo con el Taller sobre Relaciones con la Comunidad. Los integrantes del panel fueron: la Lic. Marta Pintueles (Universidad Nacional de La Matanza), el Dr. Antonio Elizalde Hevia (Vice-rector Académico de la Universidad Bolivariana de Santiago de Chile) y el R.P. Dr. Jorge Seibold (Decano de la Facultad de Filosofía del Colegio Máximo de la Compañia de Jesús).

En primer lugar la Lic. Marta Pintueles, se refirió a las actividades de vinculación de su Universidad con la comunidad , las cuales están mediadas por la Secretaría de Extensión. Señala que a través de la creación del Instituto de Educación Continua de la Universidad, de la realización de un diagnóstico y del establecimiento de una serie de objetivos, se programaron un conjunto de actividades organizadas en tres líneas de trabajo: las orientadas a la capacitación, las orientadas al beneficio y desarrollo social y las orientadas a la comunicación interna.

Las actividades de capacitación incluyen: cursos de informática, de reconversión, de calidad y asistencia técnica para Pymes, de idiomas. También los alumnos realizan pasantías en empresas como parte de su formación. Existe además, un programa de articulación con secundarios de la zona para preparar a los alumnos de 5º año para el examen de ingreso a la universidad e informa a los docentes acerca de las carreras de la UNLM, que no son tradicionales sino que se adecuan a la demanda.

En cuanto a los programas de desarrollo social, éstos se orientan al trabajo con discapacitados, formación de auxiliares en gerontología, relevamiento para diagnóstico de la situación de la mujer en el partido de la Matanza, orientación vocacional y ocupacional para estudiantes secundarios y organización de grupos de teatro, coro y actividades deportivas.

El Dr. Hevia se refirió al concepto de Universidad Extensiva y no Extensión Universitaria, donde el objetivo es aprender haciendo. Ello implica la vinculación entre producción de saberes y relación con la comunidad, es decir, ir de lo abstracto a lo concreto. Por ello, la propuesta empieza por lo local: el barrio de la Universidad.

Posteriormente realizó una descripción de las actividades de vinculación con diversos grupos sociales, con una metodología participativa y como parte del proceso de aprendizaje de los alumnos y profesores. Señaló que se realiza un trabajo con la comunidad sobre diversos temas, tales como: sociedad civil, discriminación, pobreza, tolerancia, economía popular, problemas ecológicos y ambientales, etc. La vinculación con la sociedad forma parte del proceso de aprendizaje de una forma de servicio social que tiende a fortalecer los valores de la sociedad chilena.

Señaló finalmente, cinco tipos de actividades: las realizadas en la Fundación, que constituye un espacio de la comunidad donde se desarrollan acciones de clínica jurídica, biblioteca, radio, apoyo para formulación de proyectos, etc. Aquí los alumnos realizan tareas como parte de su formación, enmarcadas en su contexto profesional; las actividades que buscan convertir al trabajo comunitario en parte de la tarea académica; las que intentan que los estudiantes integren grupos para identificación de un problema y formulación de proyectos para resolverlo; las que plantean el desarrollo de proyectos conjuntos con organizaciones intermedias y, finalmente, las que estimulan los valores sociales, por ejemplo el Premio Bolivariano.

El R.P. Dr. Jorge Seibold por su parte, describió las características del trabajo que realizan los docentes del Colegio Máximo, vinculando las tareas pastorales y académicas, pueblo y saber. A partir de ello, señala la necesidad de no desvincular el pensar y la sociedad. Propone un esquema de comprensión e interpretación de los problemas sociales a través de recursos epistemológicos (imaginarios sociales) que se complementan e interactúan:

  1. el de la persona,
  2. el de la familia y la comunidad con sus tradiciones culturales y,
  3. frente a un poder social establecido. Los tres componentes de interpretación forman parte de una realidad dialéctica y contradictoria que la universidad como parte del sistema debe estudiar para asumir su compromiso con la sociedad.

Es necesario vincular el imaginario social y el de la Universidad para que ésta cumpla un rol como una parte de ella. Para ello es necesario comprender los componentes del imaginario social y hacer explícito su propio imaginario. La universidad está dentro del sistema educativo. Debe asumir su rol en la transformación que este sistema está sufriendo.

Señaló además, tres áreas de la Universidad: académica, institucional, y la de relación con la comunidad. A partir de ellas se plantea las siguientes cuestiones : ¿es la Universidad una isla?. Problema del cambio educativo, métodos de enseñanza y educación; La importancia de la comunidad educativa: ¿quién participa en el armado del curriculum en la Universidad, Docentes, alumnos?; en el área de la transferencia se debe pensar la transferencia vital, contacto vital con el medio. Relación de ida y vuelta con la gente.

Clausura

Durante la sesión final hizo uso de la palabra, en primer término, el Dr. Llamas Cascón, quien realizó una breve reseña de lo sucedido en el Seminario. Destacó algunos problemas y las soluciones que se plantearon a los mismos, proceso que señaló como sintomático de la filosofía desde la cual se diseñó y ejecutó el evento.

Mencionó que la realización del foro tuvo que abordar distintos problemas. El primero, fue la factibilidad misma, dada su envergadura. El segundo, la posibilidad que se convirtiera en una serie de monólogos, de exposiciones autistas, preparadas desde orígenes diversos, a pesar del inteligente planteamiento metodológico hecho por la Universidad de General Sarmiento, acerca de las ponencias y sus comentarios. El tercero, fue la eventualidad de que una serie de experiencias valiosas pudieran no encontrar un eco común en el foro, dadas las complejas y diversas realidades y la multiplicidad de factores subjetivos.

El Dr. Llamas Cascón estimó que todos esos problemas fueron superados: el seminario se realizó y los participantes pudieron entenderse cabalmente, con un alto grado de optimismo basado en la autocrítica y la confianza mutua.

Rescató conceptos vertidos por el Rector Domecq referidos a la capacidad de nuevas y antiguas universidades, como la de Bolonia, de asimilar los cambios.

Reafirmó que los participantes no cayeron en los temidos monólogos, sino que fueron capaces de encontrar ejes en la relación universidad-entorno, elementos comunes de diagnósticos y perspectivas. Finalizó agradeciendo a los organizadores el valioso trabajo en equipo, que posibilitó tan fructífero diálogo.

Posteriormente, y para dar cierre al Seminario, el Rector Dr. Roberto Domecq se dirigió a todos los participantes, especialmente a los visitantes de España, Chile, Brasil, Santo Domingo y México, señalando que nuestras universidades están embarcadas en una seria y constante búsqueda para no marchar detrás de los acontecimientos. Para ello, seguirá siendo absolutamente necesario el trabajo en común y la socialización de esfuerzos y experiencias. Agradeció a todos los que hicieron posible el Seminario, al Dr. Aldo Ameigeiras y su equipo, a la Universidad Carlos III de Madrid, España, que acompañó en la convocatoria del evento, a los participantes de diversas universidades, a los rectores de las dieciocho universidades presentes, a las autoridades y miembros del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús y a la comunidad en general.
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